Morderse las uñas, una conducta conocida como onicofagia, es más común de lo que parece. Aunque a menudo se asocia con el estrés o la ansiedad, pocas personas son conscientes del impacto que puede tener esta costumbre sobre la salud bucal. En Fio Dental te explicamos por qué es importante dejar este hábito cuanto antes.

¿Cómo afecta la onicofagia a tu boca?

La onicofagia no solo daña las uñas y la piel que las rodea, sino que también puede provocar diversas complicaciones dentales y orales. Entre las más frecuentes se encuentran:

  • Desgaste dental: al ejercer presión constante, los dientes delanteros pueden fracturarse, desgastarse o desplazarse.
  • Problemas en las encías: al introducir bacterias de las uñas en la boca, aumenta el riesgo de infecciones, inflamación y gingivitis.
  • Disfunción mandibular: la tensión repetida sobre la mandíbula puede generar molestias articulares, como el trastorno de la ATM.
  • Maloclusión dental: los dientes pueden adoptar posiciones inadecuadas por la presión prolongada.

¿Qué relación tiene con la salud bucal?

La salud bucal va más allá de cepillarse bien los dientes. Hábitos como la onicofagia comprometen la integridad de las piezas dentales, las encías y las estructuras de soporte. Además, este gesto inconsciente también puede interferir con tratamientos como ortodoncia o carillas dentales.

El contacto repetido con gérmenes presentes en las uñas también incrementa el riesgo de infecciones bucales, aftas y halitosis.

¿Qué hacer si no puedes dejar de morderte las uñas?

Combatir la onicofagia requiere constancia y, en algunos casos, ayuda profesional. Usar esmaltes amargos, mantener las manos ocupadas o recurrir a técnicas de control del estrés son algunas estrategias útiles. Si notas que este hábito está afectando tu salud bucal, es el momento de actuar.

En Fio Dental podemos ayudarte a valorar los efectos de la onicofagia en tu boca y a prevenir daños mayores. Pide tu cita y cuida tu sonrisa desde la raíz.